miércoles, 30 de marzo de 2016

LA DEMOCRACIA. Una forma de gobierno, no un fin en sí misma.

LA DEMOCRACIA. Una forma de gobierno, no un fin en sí misma.

Por Carlos Alvarez Cozzi


Cada vez es más común escuchar de personas incluso cultas e inteligentes, que su filosofía de vida o su forma de actuar están basadas en la democracia, como respeto de todas las ideas, con la tolerancia como regla de convivencia. Donde no existen verdades absolutas, se respeta al que piensa diferente, se acuerda en lo posible y se convive con la discordia en forma pacífica.
De allí se pasa habitualmente a sostener, como lo hace el relativismo, que no existe nada que sea verdad sino que todo es opinable y relativo, según resuelvan las mayorías y que quien sostenga que hay principios no negociables y que la verdad puede ser conocida, pasa a ser alguien peligroso para la convivencia democrática.
Todo además abonado por el laicismo, que en lugar de respetar todas las concepciones, como hace la laicidad, sin que el Estado asuma ninguna posición, pasa a transformarse aquel mismo en una verdad poco menos que incuestionable.
Claro que la democracia es la mejor forma conocida de gobierno, pero es indudable que ella no puede ser transformada en un fin en si misma! Por tanto, es falso que los que queremos que la democracia se sustente en valores inmutables estemos contra ella, como pretenden caricaturizarnos. Por el contrario, somos en realidad los verdaderos demócratas, los que justamente queremos evitar que la democracia se vacíe de contenido y se transforme en una mera cáscara que lleva el viento. Es defender la democracia exigir el respeto al derecho a la vida. Es defender la democracia ocuparse por la suerte de los más débiles, como los bebés y los ancianos. Es defender la democracia, cuando se defiende la familia constituida por varón y mujer. Es defender la democracia exigir el respeto del derecho de los padres a educar a sus hijos. Es defender la democracia cuando se lucha por el respeto de la libertad religiosa, de creencias y de opiniones. Es defender la democracia promover el bien común. Esto no debe ser tema de mayorías.






Por ello resulta esencial recordar la luminosa enseñanza de San Juan Pablo II: “Hoy se tiende a afirmar que el agnosticismo y el relativismo escéptico son la filosofía y la actitud fundamental correspondientes a las formas políticas democráticas, y que cuantos están convencidos de conocer la verdad, y se adhieren a ella con firmeza no son fiables desde el punto de vista democrático, al no aceptar que la verdad sea determinada por la mayoría o que sea variable según los diversos equilibrios políticos. A este propósito, hay que observar que, si no existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder”. Y es que una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia. (“Centesimus annus” 46).

Es muy cierto y actual. Una democracia sin valores puede convertirse en un totalitarismo visible, como sucede en varios países del orbe, que por ser conocidos por todos no necesitamos nombrar, o encubierto, como lamentablemente también existen en la actualidad.
Si miramos la historia, vemos que antes del Tercer Reich existió una supuesta democracia en Alemania, que  a Hitler lo votó el pueblo, vemos que otros regímenes mutaron de democracias a democracias populares, de claro cuño dictatorial, tanto de derecha como de izquierda.

Esto nos está confirmando que una democracia sin valores fundados en los principios que enumeramos antes, será presa del viento que sople de un lado o del otro, sin raíces firmes, o sea mera forma, y por ello, una sombra de sistema de gobierno que de verdad garantice la libertad, el respeto por los derechos humanos y tienda hacia la búsqueda del bien común. De esto estamos convencidos los socialcristianos y otros naturalmente, por lo que exigimos ser escuchados con nuestro aporte a la construcción de verdaderas democracias fuertes y saludables, que no contribuyan a producir “sociedades desvinculadas” como gráficamente las denomina el pensador Josep Miró.

lunes, 28 de marzo de 2016

LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO DA UN PASO MÁS HACIA EL TRANSGÉNERO.


LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO DA UN PASO MÁS HACIA EL TRANSGÉNERO.

Por Carlos Alvarez Cozzi






Con estupor nos enteran los medios digitales (http://www.religionenlibertad.com/alarma-medica-ante-el-boom-britanico-de-ninos-transgenero-temen-que-48677.htm) que se está produciendo una alarma médica ante el «boom» británico de «niños transgénero»: temen que se convierta en una moda.






Concretamente, en síntesis, nos relatan lo siguiente:
Sólo entre abril y diciembre de 2015, 1013 menores ingleses fueron sometidos a terapias para el “trastorno de identidad de género”, tratamientos que van desde la consulta psicológica al bombardeo hormonal para bloquear el desarrollo del paciente en vista del cambio quirúrgico de sexo. Hace cinco años, en 2009-2010, los menores tratados de este modo fueron 97. Además del aumento exponencial de casos, lo que asombra también es la suma de dinero público (2,7 millones de libras esterlinas) destinada para este tipo de tratamientos en un sistema sanitario que está atravesando una grave crisis de sostenibilidad.
Los números han sido facilitados por el NHS [National Health Service, el sistema sanitario inglés] a petición del periódico 
The Sun. Como se explica en el artículo, las clínicas que en Inglaterra tratan a los niños que sufren de la conocida como disforia de género (trastorno que lleva a desear ser personas del sexo opuesto) son Tavistock and Portman en Londres, Leeds, Exeter y Brighton. Polly Carmichael, directora del Gender Identity Disorder Service, ha definido el aumento de las terapias prescritas el año pasado como «extraordinario». Sin embargo, es «difícil prever si el número seguirá aumentando».

Jack Drescher, profesor de psiquiatría en el New York Medical College, especifica que la razón de este boom en «una mayor conciencia por parte de los padres de que existe una ayuda clínica». El último caso que ha causado sensación, añade el Sun, es el de un niño de 5 años que ha vuelto a su colegio de Nottinghamshire vestido como una niña. 

Entrevistada por el mismo periódico inglés, Rachel Windsor, madre de una niña de nombre Kaia, cuenta que su hija desde que tenía tres años estaba convencida de ser un niño y que ahora, gracias a la terapia iniciada con 9 años en la clínica londinense, puede comportarse como tal y se hace llamar Kai. La señora Windsor dice que es un «alivio increíble verle finalmente feliz en su propia piel».

Adoctrinamiento de género.
Mientras tanto, el mes de septiembre pasado el lobby Gires (Gender Identity Research and Education Society) inició a ejercer presiones en el Parlamento para que se empiece a hablar a los niños ingleses de “temas transgénero” y de cambio de sexo desde el jardín de infancia.


Valoración ético-jurídica de este fenómeno.

Algún analista ha dicho recientemente con razón, que esta presión sobre los niños y adolescentes es una forma de corrupción de menores. Y ello porque no están en condiciones de apreciar con madurez sus inclinaciones sexuales, y los padres deberían orientarlos en la afectividad del amor para ayudarlos a que, en todo caso cuando tengan 18 años y sean mayores de edad, puedan decidir por sí mismos si desean someterse a un proceso transgénero.
Pero presionar a los chicos para que piensen en cambiar de sexo por ejemplo en la pubertad es una atrocidad violatoria de los derechos humanos de los menores, que pocos califican como tal por temor a que se los tilde de “políticamente incorrectos”!!!.
La ideología de género además de antinatural, porque niega la realidad en base a su ideología, parece ser totalitaria, porque idear este macabro avance de la transexualidad de los menores es pretender convertir lo excepcional en algo normal y generalizado, lo cual es una forma de pensar poco respetuosa precisamente de la supuesta diversidad que dicen defender!!! No vemos por ahora que ningún organismo internacional de defensa de los derechos de los niños y adolescentes haya salido a oponerse a este atropello de los derechos de los mismos.

Esta actividad, que llegó a varios hospitales recientemente a suspender tratamientos de cambio de sexo en menores de edad, porque en lugar de solucionar algo, lo agravaba todo, debería ser prontamente regulada por las leyes nacionales de los Estados a fin de impedir que se sigan cometiendo atropellos contra el Derecho de los Niños y Adolescentes, en una materia que es de indudable carácter de orden público.

jueves, 10 de marzo de 2016

MATERINIDAD SUBROGADA ABANDÓNICA EN PERJUICIO DEL NIÑO CONCEBIDO Y NACIDO. Una visión crítica desde el Bioderecho personalista.

MATERINIDAD SUBROGADA ABANDÓNICA EN PERJUICIO DEL NIÑO CONCEBIDO Y NACIDO.
Una visión crítica desde el Bioderecho personalista.



Por Carlos Alvarez Cozzi 


Las agencias de noticias internacionales dan cuenta que la actriz Sherri Shepherd contrajo matrimonio con Lamar Sally en agosto de 2011 y en 2012 contrató una agencia de Nueva Jersey para utilizar sus servicios en el campo de la reproducción asistida. Los cónyuges conocieron a Jessica Bartholomew, joven de 23 años de Pennsylvania, madre soltera con dos hijos propios, con quien estipularon un contrato de maternidad subrogada. La joven Jessica, en su segunda experiencia de este tipo con el fin de poder mantener a sus propios hijos, debía llevar a término el embarazo con el embrión creado con el esperma de Lamar, marido de Sherri, y con el óvulo de una donante anónima, a cambio de cien mil dólares. (http://www.religionenlibertad.com/la-locura-del-vientre-de-alquiler-el-tragico-caso-del-hijono-48217.htm)

Dichas fuentes señalan que el contrato entre ambas partes se suscribió el 12 de septiembre de 2013; el 7 de noviembre del mismo año se transfirió el embrión al útero de Jessica y el 18 de noviembre la pareja recibió la noticia del implante positivo del embrión y del inicio del embarazo. 

En los meses siguientes, continúan dichas informaciones,  la pareja contratante, mientras la chica seguía con el embarazo, empezó a tener problemas matrimoniales y decidió divorciarse. 




El 5 de agosto de 2014 Jessica, la madre de alquiler, dio a luz al pequeño Lamar Jr., cuyo status personal había que decidir. Lamar pidió y obtuvo la custodia del hijo, con quien, a diferencia de Sherri, tenía vínculo biológico. 

Sherri manifestó su oposición a la vista del divorcio de su marido Lamar e inició una causa que llegó hasta el Tribunal Supremo de Pennsylvania.


Ante este órgano judicial, tras haber perdido en los juicios precedentes, Sherri recurrió las sentencias anteriores que la habían reconocido como la madre legal del recién nacido Baby S., fundamentando su propio recurso sobre cuatro motivaciones principales:

La ley de Pennsylvania sólo reconoce dos modalidades para instaurar la "progenitorialidad", es decir, la relación genética o biológica de hecho y la adopción, y no contempla la "progenitorialidad" mediante contrato; 

En el Estado de Pennsylvania recurrir a la técnica de la maternidad subrogada es un medio ilegal para saltarse la normativa sobre la adopción, por lo cual la madre legal de Lamar Jr. es la joven Jessica de la que ha nacido y no la que presenta el recurso;

El contrato de maternidad subrogada viola la política pública y la ley del Estado de Pennsylvania porque crea una relación de paternidad sin adopción o procedimiento judicial;

El contrato de maternidad subrogada “es nulo y no puede llevarse a cabo porque contradice la ley”, por lo que el Tribunal tiene que reconocer que la mujer contratante no puede ser la madre legal del niño nacido.

El Tribunal, -indican las fuentes- basándose también en el precedente del caso Ferguson vs McKiernan (en el que una mujer que había exonerado del mantenimiento del hijo al donante de esperma posteriormente cambió de idea, pidiendo al donante el co-mantenimiento, por lo que fue condenada por el Tribunal Supremo de Pennsylvania), rechazó todas las observaciones de la mujer que presentó el recurso y especificó que al faltar en Pennsylvania una normativa sobre la maternidad subrogada que ratifique la nulidad de los contratos por ser contrarios al orden público, “el vacío puede colmarse con un contrato privado que, como tal, es siempre vinculante y ejecutable, por lo que una parte no puede sustraerse arbitrariamente a las obligaciones que derivan del contrato de maternidad subrogada al haber suscrito dicho compromiso de manera libre y voluntaria.


Por consiguiente, según el Tribunal, la mujer contratante puede decidir no ejercer de madre ni participar en la vida del hijo que ha decidido hacer nacer mediante el contrato de maternidad subrogada, pero no puede decidir, tras haber iniciado todo el procedimiento, sustraerse a la responsabilidad financiera y económica que dicha iniciativa comporta, debiendo por consiguiente mantener a su hijo hasta la mayoría de edad de éste.

Adviértase como al subvertirse la naturaleza por parte de este tipo de contratos, se puede llegar al absurdo que la propia madre contratante en el contrato de maternidad subrogada, porque ha cambiado de idea tras su divorcio, pretenda argumentar contra lo que ella misma contrató sin importarle los derechos de la criatura ya nacida. Y para ello no escamita supuestos argumentos jurídicos pretendiendo justificar legalmente en contra de lo actuó libremente!!! El Tribunal, resuelve que “la mujer contratante puede decidir no ejercer de madre ni participar en la vida del hijo que ha decidido hacer nacer mediante el contrato de maternidad subrogada, pero no puede decidir, tras haber iniciado todo el procedimiento, sustraerse a la responsabilidad financiera y económica que dicha iniciativa comporta, debiendo por consiguiente mantener a su hijo hasta la mayoría de edad de éste.” Pero parecen interesarle al mismo más los aspectos económicos que los personales.
Por ello, a todas luces este tipo de contratos, decididamente no respetan el derecho natural de todo niño a venir a este mundo producto del amor de un hombre y una mujer, sin artificios ni alambiques legales. Porque a lo único que llevan a la larga, como este caso lo demuestra, es al conflicto y a la infelicidad del niño, convertido poco menos que en un “producto”, el que a veces es objeto de disputas por su tenencia o como en la especie, la madre contratante se quiere desentender de él sin importarle un ápice su presente ni su futuro.


El Bioderecho debe regular estos fenómenos pero desde la perspectiva personalista y no contractualista, como sucede lamentablemente en muchos ordenamientos jurídicos estatales, atendiendo más a lo patrimonial o económico que al “interés superior del niño”, conforme lo mandata el art. 9 de la Convención de los Derechos del Niño.

martes, 1 de marzo de 2016

CANADÁ Y EL SUICIDIO ASISTIDO

                 CANADÁ VA HACIA EL SUICIDIO ASISTIDO CASI SIN LIMITES.                                      Otra nueva manifestación de la “sociedad desvinculada” de que habla Josep Miró.
Por Carlos Alvarez Cozzi
La Comisión Federal para la Eutanasia y el Suicidio Asistido ha publicado un informe con las recomendaciones que cree deberían formar parte de la ley.
Según Alex Schadenberg, presidente de Euthanasia Prevention Coalition (EPC), en declaraciones al diario “Life Site News”, estas recomendaciones ofrecerían una “eutanasia muy abierta y sin límites”, altamente permisiva y que se materializaría en una ley “muy abusiva” que dejará indefensos a miles de pacientes.
“Aún no sabemos qué dice el proyecto de ley”, afirma Schadenberg, “pero hemos visto las recomendaciones y, básicamente, es un modelo abierto y muy permisivo con pocos límites y controles que la delimiten. Se están cumpliendo los pronósticos del peor escenario posible”.
El Comité dificulta el derecho a la objeción de conciencia de los ciudadanos. Encarga a las instituciones públicas sanitarias, que se financian con dinero de los contribuyentes, que faciliten la eutanasia y el suicidio asistido. Afirma que los médicos que invoquen la objeción de conciencia, deberán, como mínimo, proporcionar a sus pacientes una alternativa a su “derecho” a poner fin a su vida.
También recomienda que los profesionales de la enfermería, así como los doctores, sean animados a practicar la eutanasia a sus pacientes y ayudarles a cometer suicidio. Asegura “que los niños y los menores de edad que sean lo suficientemente maduros, tienen derecho a la eutanasia y que se debería plantear una legislación que lo permita de aquí a dos-tres años”. Es la misma solución de las legislaciones de los Países Bajos, que le han servido de modelo, que viola además de la lógica, -porque los menores de edad no pueden disponer por sí-, también la patria potestad o la tutela de sus representantes legales, porque no serán consultados.
El director de EPC condena que quieran permitir la eutanasia en casos de depresión tratable y solicita al Comité revisar estas recomendaciones. 
Otro punto dice que “el sufrimiento físico o psicológico duradero e intolerable para la persona debe ser reconocido como un criterio para poder optar al suicidio asistido”.
Dicho informe recomienda “exactamente el mismo sistema que opera en Bélgica y los Países Bajos”, es decir, dos médicos deciden si pueden hacerlo y luego uno de ellos pone fin a la vida del solicitante.
“No hay una supervisión de terceras personas”, dice, “y en caso de que algo salga mal, la única persona capaz de denunciar el error es el fallecido”. Schadenberg critica las recomendaciones del Comité, y asegura que las mismas implican un riesgo muy grande para aquellos pacientes con enfermedades como la demencia o el Alzheimer.
El informe del Comité especifica que para llevar a cabo la eutanasia, el paciente debe reunir dos condiciones. Tiene que saber de que padece y ser completamente capaz de tomar la decisión de escoger la eutanasia o el suicidio asistido con lucidez.
“Una vez que el paciente ha sido declarado incapaz de tomar legalmente una decisión vinculante, no hay vuelta atrás”, dice Schadenberg, “es tarde para cambiar de opinión y la familia no puede proteger al paciente frente a los médicos”.

La receta que se quiere aplicar en Canadá es bien conocida. Ya la han legalizado países como Holanda y Bélgica, y en los mismos se ha llegado a una gran desconfianza de todo paciente que debe de practicarse cualquier intervención quirúrgica. Los médicos, en esos países, han pasado a ser semidioses, que deciden quien debe vivir y quien debe morir. Una cultura del descarte, materialista, que en lugar de propender a la integración, sanación y protección del ser humano, está dirigida a consagrar la “cultura de la desvinculación”, de la que habla el intelectual español Josep Miró en su obra “La sociedad desvinculada”. Es otra manifestación suprema del relativismo moral que la posmoderna sociedad quiere imponer a los ciudadanos. Es hora de tomar conciencia. Aún estamos a tiempo.